Los astrónomos aficionados utilizan el nombre de cualquiera de estas dos criaturas para referirse a esta hermosa pareja de galaxias. La estructura de tonos azules y rojos que ocupa la mitad inferior de la imagen presenta una curvatura que recuerda a las elegantes formas de un delfín o de una marsopa, y si también se tiene en cuenta el pálido orbe que brilla a su lado, la pareja guarda una sorprendente similitud con un pájaro o un pingüino cuidando un huevo.
El ‘cuerpo’ del pingüino es una única galaxia, retorcida, distorsionada y hecha añicos. Esta estructura, conocida como NGC 2936, fue en su día una galaxia espiral como nuestra Vía Láctea, hasta que sus brazos terminaron desgarrados para formar la amalgama de rayos azules, gas brillante y mechas de materia roja que se pueden ver en esta fotografía. Lo que en su día fue el brillante bulbo de la galaxia ahora forma el ‘ojo’ del pingüino.
Esta galaxia ha sido deformada por la interacción con su vecina con forma de huevo, la galaxia elíptica NGC 2937. Juntas forman un par conocido como Arp 142. NGC 2937 puede parecer diminuta en comparación con NGC 2936, pero su influencia gravitatoria es muy fuerte. Estas dos galaxias se están deformando mutuamente, alterando sus respectivas formas y perturbando las estrellas, el polvo y el gas que contienen. En unos mil millones de años se acabarán uniendo para formar una única galaxia, poniendo fin al proceso de fusión que podemos observar hoy en día en todo su esplendor.
Cerca de la parte superior de la imagen se pude ver una estrella muy brillante con una estela azul, pero no es más que otra ilusión óptica. La estrella está mucho más cerca de la cámara que la mancha de color azul, que se corresponde con una galaxia mucho más lejana.
Esta imagen combina las observaciones en las bandas de la luz visible e infrarroja de la Cámara de Gran Angular 3, y fue publicada por primera vez en junio de 2013.
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