El Parque Nacional del Monte Sanqingshan, en China sirvió de inspiración a James Cameron, director de Avatar para crear esas escenas inolvidables de montañas flotantes y es que la fantasia no es tan lejana a la realidad la majestuosidad del paisaje en este parque natural nos deja sin palabras.
De una belleza indescriptible, es patrimonio mundial de la UNESCO por la calidad estética excepcional de su paisaje, notable por la presencia de 48 picos y 89 columnas de granito. Casi un centenar de ellas dan la impresión de que están flotando, como si sus bases desapareciesen en la espesa bruma.
Esta hermosa vista es a menudo cubierta por un arco iris que acentúa su belleza. Allí se encuentra el Templo Sanqinq, un complejo taoísta de 1600 años de antigüedad que está lleno de hermosas pagodas, jardines y esculturas de piedra.
Debe su nombre al gran Monte Sanqing, que cubre unos 2.200 km² de todo el Parque.
El nombre de la montaña significa ‘Las tres distintas’, refiriéndose a los tres enormes pináculos que la componen: los montes Yujing (el punto más alto, con más de 1.800 m de altura), Yushui y Yuhua. La filosofía taoísta tiene un importante papel en el Sanqing, ya que su principal objetivo es alcanzar la armonía con la naturaleza.
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