Los ovnis se encontraron con naves sumergidas cerca de California, y los militares lo saben. En noviembre de 2004, el USS Nimitz estaba en una misión de entrenamiento, y el USS Princeton estaba siguiendo varias naves no identificadas en forma de "Tic Tac" hasta un punto cerca de la costa de San Diego.
El Princeton había intentado interceptar la nave durante aproximadamente una quincena, pero los ovnis alargados pudieron entrar y salir rápidamente de los sistemas de detección de vanguardia de los buques militares de los EE. UU. Haciendo que su ubicación sea difícil de precisar.
"Los AAV descenderían 'muy rápidamente' desde aproximadamente 60,000 pies hasta aproximadamente 50 pies en cuestión de segundos".
El 14 de noviembre, los aviones de combate del Nimitz avistaron por última vez la nave. Infrarrojo del evento fue lanzado en 2017, aunque la información e imágenes del encuentro han estado circulando durante diez años antes.
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El comandante David Fravor, líder del Escuadrón de Ataque Nimitz 41, respondió a una llamada de contacto de Princeton que pidió su ayuda. El comandante Fravor notó que el mar debajo se estaba volviendo violentamente perturbado en un área de hasta 100 metros como si algo estuviera pasando por debajo del agua.
El informe dice:
"La perturbación parecía tener entre 50 y 100 metros de diámetro y casi redonda. Era la única área y tipo de actividad de aguas blancas que se podía ver y le recordaba imágenes de algo que se sumergía rápidamente en la superficie como un submarino o un barco que se hunde ".
Sin embargo, no se pudo ver nada que pudiera explicar el cambio extraño y específico en la superficie del agua.
El OVNI de Tic Tac apareció luego sobre el punto afectado. El comandante Fravor informó que el objeto parecía liso y no podía decir cómo podía mantenerse en el aire dado que no tenía motores.
Cuando Fravor intentó acercarse a él, fue capaz de superarlo fácilmente. Luego despegó a una velocidad tan rápida que alarmó al experimentado piloto, quien lo describió como nada que hubiera visto antes. En cuestión de minutos fue visto a decenas de millas de distancia, una combinación de distancia y velocidad desconocida hasta ahora en los aviones modernos.
Mucha de esta información fue publicada por Luis Elizondo, el jefe del programa del Pentágono para estudiar y determinar posibles amenazas aéreas.
Si bien el Pentágono no niega que estos eventos hayan tenido lugar, no ha habido una respuesta satisfactoria sobre lo que significa y las investigaciones que ocurrieron.
Algunos en la comunidad científica han descartado las imágenes y los documentos como un error de radar y piloto, y han decidido que el Fravor estaba equivocado en lo que vio en la superficie del agua.
En cuanto a lo que se estaba sumergiendo bajo las olas, se ha especulado que es una especie de AAV que tiene la capacidad de volverse invisible a la vista y al equipo de radar.
Otro piloto describió una perturbación debajo del agua de un AAV que "parecía espuma y espuma casi como si el agua estuviera hirviendo".
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